
Cuando era joven me encantaba darle el poco pom pom fuzzies calientes a las personas como una manera de decirles cómo me sentía y ahora como adulto crear artesanías comestibles y compartirlos en mi blog Hungry Happenings . Para Valentín, pensé que sería divertido hacer una versión comestible de estas pequeñas criaturas furry. Todos los presenté, amaba que me hizo sentir muy cálida y difusa dentro!