

Parece magia, pero es justo electroquímica. Todo lo que necesitas es un lápiz, algún alambre de titanio y una batería para empezar a purificar el agua. La tensión entre el grafito y el titanio convierte H2O y un poco de sal de mesa (NaCl) en NaClO, hipoclorito de sodio, también conocido como lejía. Ejecutar la reacción durante unos minutos, comenzará a oler como una piscina y el cloro matará la bacteria en el agua. Para base de cloro agua productos de la purificación, es bueno esperar al menos 30 minutos para el cloro hacer su trabajo. Si esperas más tiempo, el cloro se descompone en NaCl y oxígeno.