
Dibujar un círculo perfecto a mano requiere de coordinación, concentración y mucha práctica. Representación de una circunferencia cerrada unificada sin una herramienta o un jig es un puro ejemplo de competencia en la fabricación de la marca. En el siglo XIII, pintor italiano, Giotto di Bondone había estacado su demanda como un genio con estilo por barrer sin esfuerzo un círculo perfecto en el papel con solo pintura en un pincel, como un indicador de logro y capacidad artística. Con este gesto básico convenció a Papa Boniface VIII de su calificación para crear nuevas pinturas en la Basílica de San Pedro. Con un poco de tiempo para desarrollar la memoria muscular, dibujar un círculo perfecto con la mano es un objetivo tangible de estatus legendario.