
Vivo en Toronto, la capital del robo de bicicletas del mundo, así que gasto mucho dinero en una bicicleta puede ser una inversión arriesgada, pero nos gusta cosas agradable, funcional, por lo que me ocurrió con este transportín trasero casi en su totalidad de materiales reciclados o re-purposed. Lo único que compré son los soportes L de 4 pulgadas por unos 3 dólares cada uno, y toda la estructura puede soportar el peso de un tio de 70 Kg o dudette.